Este proyecto de la Fundación SEUR nace con la aspiración de convertirse en un programa permanente dentro del trabajo de responsabilidad social de la compañía y no una campaña temporal. Bicis para la vida recoge bicicletas donadas para entregarlas a niños necesitados en países del Tercer Mundo.
El éxito del proyecto radica en la capacidad para enlazar en una cadena diferentes organizaciones solidarias durante el proceso. Así, la Asociación de Minusválidos de Pinto se dedica a la formación de las personas con discapacidad intelectual que posteriormente trabajarán en la reparación de bicicletas mientras que la Fundación Alberto Contador promueve el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible. La Fundación Ananta, cuya labor se centra en construir hospitales y centros educativos en la India, participa en el proyecto como experto económico y a la Fundación SEUR, que se encarga de recoger las bicicletas donadas en las tiendas para llevarlas al taller y, una vez reparadas, transportarlas hasta su destinatario final.
SEUR ofrece su red de centros de mensajería como puntos de recogida de bicicletas, aunque también colaboran con tiendas especializadas, un parte esencial del proyecto ya que en muchos casos se reparan y adaptan las bicicletas en los talleres de estos locales.
Bicis para la vida ha entregado ya cientos de bicicletas a niños españoles en hogares de acogida pero su red traspasa fronteras. El último proyecto envió veinte bicicletas en perfecto estado a Nuadibú (Mauritania) donde un centenar de niños harán buen uso de ellas. Aprovechando el transporte, el equipo llevó consigo material quirúrgico de la Fundación Jorge Alió. Un fiel reflejo del espíritu de ‘unión solidaria’ con el que se nutre esta fundación.